¡Alerta roja! Mañana es tu último amanecer
Conteo regresivo: El mundo tiembla ante su inminente fin.
En 1972, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) predijo un colapso social inminente, que está previsto que se produzca en algún momento del siglo XXI. Ahora, un nuevo estudio realizado por Gaya Herrington, directora de Klynveld Peat Marwick Goerdeler (KPMG), una de las firmas contables más grandes del mundo, examinó cómo nos va como sociedad y confirmó que el momento está cerca: es probable que el colapso llegue en 2040, afirma la investigación, publicada a finales de 2020 en la revista científica Journal of Industrial Ecology.
Pero, según un informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), no parece que tengamos mucho tiempo: ¡es ahora o nunca! Esto indica que las emisiones globales deben alcanzar su punto máximo en 2025 y reducirse a la mitad para 2030 para limitar el calentamiento a 1,5°C. En otras palabras, quedan menos de tres años para que el mundo reduzca las emisiones globales y evite un aumento “catastrófico” de la temperatura.
Los cambios climáticos, también son responsabilidad de las compañías
¿Alguna vez has pensado que una oficina en casa contamina menos?
El trabajo remoto no solo ofrece comodidad y flexibilidad a los empleados, sino que también tiene el potencial de ser una fuerza positiva para el medio ambiente al fomentar prácticas de trabajo más sostenibles y reducir la huella ecológica asociada con las operaciones comerciales tradicionales.
En China, la guerra contra la contaminación está dando resultados. Según un nuevo informe del Air Quality Life Index, un estudio realizado por la Universidad de Chicago (EE.UU.), los niveles de contaminación del país han caído un 42% en los últimos diez años, lo que podría dar a la población 2,2 años extra de vida, siempre y cuando se mantengan las reducciones. En 2021, Beijing registró la mejor calidad del aire mensual desde que comenzaron los registros ocho años antes. A pesar de ello, los niveles de contaminación en las ciudades chinas siguen siendo seis veces superiores que la directriz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que reduce la esperanza de vida en 2,5 años.
¡Paren de hacer bebés!
En la encrucijada entre las políticas de fomento de la natalidad y la preocupación por el medio ambiente, los países europeos se encuentran en una situación delicada. Mientras las tasas de natalidad disminuyen, los gobiernos están implementando medidas para incentivar a las parejas a tener más hijos, como subsidios y licencias de maternidad más extensas.
Esta estrategia choca con las crecientes preocupaciones ambientales. Un aumento en la población conlleva una mayor demanda de recursos naturales, más residuos y una presión adicional sobre los ecosistemas. En una época en la que la sostenibilidad y la conservación son imperativos, el equilibrio entre el estímulo de la natalidad y la preservación del medio ambiente se convierte en un desafío complejo.
Es importante tener en cuenta que los gobiernos no incentivan la natalidad por ser “amantes de los bebés”, u ofrecen estos incentivos por querer apoyar a la “familia feliz”, son para que en el futuro el número de jubilados cobrando la pensión no sea mayor de lo que al número de personas cotizando.
No olvidemos que el cambio climático, no solo colapsa nuestro planeta, sino que aumenta los crímenes de género. Un estudio español refleja una relación entre el aumento de violencia ejercida hacia las mujeres con episodios de altas temperaturas.
*Eliminamos la palabra negro del gráfico original porque creemos que asociarla con algo negativo refuerza el racismo.
En las dos primeras décadas del s. XXI, diversos estudios han evidenciado vínculos concretos de aumento de la temperatura ligada al incremento de los delitos violentos. Por ejemplo, un estudio realizado en Estados Unidos mostró que, por cada aumento de 5 °C en la temperatura media diaria entre 2007 y 2017, hubo un aumento del 5% en los delitos sexuales. Lea el artículo completo aquí.
Estos ejemplos resaltan la importancia de luchar por el medio ambiente para mejorar la salud y la calidad de vida de personas y demostrar que los esfuerzos y medidas consistentes pueden tener un impacto significativo en diferentes ámbitos de la vida.