¿Alguna vez te has sentido frenado por lo que alguien dice o piensa sobre ti? Esas palabras que parecen inofensivas, pero que, sin darte cuenta, se clavan en tu mente y afectan tu confianza y tus acciones. A veces, la mayor barrera para nuestro crecimiento personal no la construimos nosotros mismos, sino que viene de las creencias limitantes que otros imponen sobre nosotros.
Las creencias limitantes no siempre nacen en nuestro interior. A menudo, vienen de otras personas: familiares, amigos, colegas e incluso desconocidos que, ya sea de forma intencionada o sin querer, nos transmiten ideas sobre lo que somos capaces o no de hacer. Frases como “no estás hecho para esto” o “eso es demasiado difícil para ti” pueden sembrar semillas de duda que, al crecer, limitan nuestras posibilidades.
¿Te acuerdas de tu niñez? Quizás escuchamos cosas como “no corras, te vas a caer”, estas advertencias, aunque se daban con la intención de protegernos, pueden haber generado un miedo persistente que ahora nos detiene. Las creencias limitantes impuestas por otros a menudo se sienten como verdades absolutas, incluso si carecen de fundamento real. Voy a ilustrar con algunos ejemplos:
“Eso no es para ti.”
Frase común que puede provenir de familiares o amigos cuando intentas embarcarte en una nueva carrera o hobby. Esta creencia limita tu capacidad de explorar nuevas oportunidades basándose en la opinión de otra persona sobre lo que "te conviene".“No eres lo suficientemente bueno para eso.”
Esta creencia puede surgir de comentarios de compañeros de trabajo, jefes o incluso familiares que minimizan tus habilidades y logros. Puede hacerte dudar de tu competencia y potencial.“Es demasiado difícil para alguien como tú.”
Una expresión que puede venir de alguien que duda de tu capacidad para enfrentar desafíos complejos. Esta creencia limita tu disposición a enfrentarte a retos porque te hacen creer que no tienes lo necesario para superarlos.“Siempre has sido torpe con eso.”
Comentario que puede hacerte sentir incapaz de mejorar en una habilidad o tarea específica. Proviene de experiencias pasadas donde se te etiquetó como “torpe” o “inepto” y puede impedirte intentar mejorar o aprender.“Las mujeres/hombres como tú no tienen éxito en esto.”
Un estereotipo que puede ser impuesto por la sociedad o por personas cercanas a ti. Este tipo de creencia limita las oportunidades basadas en género o características personales y puede hacerte sentir que no encajas en ciertos roles.“No tienes el perfil para eso.”
Frase que puede venir de colegas o familiares que piensan que no cumples con ciertos criterios para una posición o rol. Puede hacerte sentir que no encajas en ciertas áreas de tu vida profesional o personal.“Es un riesgo demasiado grande para alguien en tu situación.”
Un comentario que refleja preocupaciones sobre tu seguridad financiera o emocional y que puede desalentarte de tomar riesgos necesarios para el crecimiento personal o profesional.“Nunca lo lograrás, eres demasiado joven/viejo para eso.”
Una creencia basada en la edad que puede limitar tu capacidad de emprender nuevas aventuras o desafíos, haciendo que te sientas incapaz de alcanzar tus objetivos debido a tu edad.
Es esencial identificar cuándo estas creencias externas están influenciando nuestras decisiones y comportamientos. Pregúntate a ti misma/o: ¿qué ideas sobre lo que soy capaz de hacer vienen de mí y cuáles vienen de otros? Algunas señales de que una creencia limitante proviene de otros incluyen:
Reacciones emocionales: Si sientes ansiedad, inseguridad o frustración al intentar algo nuevo, podría ser una señal de que una creencia externa está influyendo en ti.
Autosabotaje: Si constantemente te detienes antes de siquiera intentar algo por miedo al fracaso, es posible que estés internalizando creencias limitantes ajenas.
Comparación constante: Cuando comparas tus capacidades o logros con los estándares o expectativas que otros han impuesto, puedes estar reflejando creencias limitantes externas.
Cómo superar las barreras impuestas por otros
Cuestiona las fuentes: Pregúntate si las creencias que estás siguiendo provienen realmente de ti o si son simplemente opiniones de otros. ¿Son estas creencias basadas en evidencia o son simplemente puntos de vista personales?
Desafía las ideas: No te quedes con las creencias limitantes sin cuestionarlas. Habla con personas que te apoyen y busca pruebas de que puedes superar las barreras que te han impuesto.
Refuerza tu autoconfianza: Trabaja en desarrollar una fuerte autoconfianza. Reconoce tus logros y capacidades. A veces, la mejor manera de superar las limitaciones impuestas por otros es demostrarte a ti mismo que eres capaz.
Busca apoyo: Habla con un mentor, terapeuta o coach que pueda ayudarte a desactivar las creencias limitantes externas y a construir una autoimagen más positiva y realista.
Claude Steele y Joshua Aronson llevaron a cabo estudios sobre el “efecto de estereotipo”, demostrando que las expectativas negativas sobre grupos específicos pueden afectar el rendimiento de las personas. Sin embargo, el mismo estudio también sugiere que cuando se proporciona apoyo y se enfatizan las habilidades individuales, el impacto negativo de estas creencias puede ser mitigado.
Recuerda, las creencias limitantes impuestas por los demás no definen quién eres ni lo que puedes lograr. Son simplemente opiniones que, al igual que cualquier otro pensamiento, pueden ser desafiadas y cambiadas. Si te encuentras lidiando con creencias limitantes externas, date permiso para cuestionarlas y buscar tu verdad. Al hacerlo, abrirás la puerta a nuevas oportunidades y a un crecimiento personal auténtico.
Así que, cuando te enfrentes a esas barreras construidas por otros, recuerda que tienes el poder de derribarlas. El cambio comienza cuando te atreves a desafiar esas limitaciones y a construir tu propio camino. ¿Estás lista/o para hacer el primer paso hacia una vida sin barreras impuestas por otros?
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