El racismo del lenguaje: cómo las palabras perpetúan prejuicios y discriminación
El lenguaje que utilizamos a diario puede reflejar nuestras creencias y prejuicios sin que nos demos cuenta. Incluso palabras comunes en nuestro vocabulario pueden ser racistas y perjudicar a personas de ciertos grupos étnicos o culturales. Por lo tanto, es importante reconocer estas palabras y hacer un esfuerzo consciente para evitar su uso.
Además, la lengua española está llena de expresiones que perpetúan estereotipos y prejuicios. Por ejemplo, la expresión "trabajar como un negro" (lo mismo que su equivalente “como un esclavo”) implica que los trabajos que realizan las personas de piel oscura son más duros y menos valorados, lo que refleja la discriminación y el racismo que han sufrido históricamente las personas de piel oscura.
¿Percibe como el color negro está siempre asociado a cosas negativas o malas?
Por ejemplo: mercado negro, cuando lo correcto sería decir mercado ilegal, trabajar en negro, cuando lo correcto es trabajar ilegal, denigrante, cuando lo correcto sería utilizar las definiciones: ultrajante, maldiciente, infame, humillante, etc.
Es cierto que existen expresiones en el lenguaje cotidiano que utilizan el color negro de manera peyorativa o negativa, mientras que el color blanco suele estar asociado con connotaciones positivas. “Oveja negra”, un “pozo negro”, siempre asociado a lo negativo; en ninguna de estas expresiones el blanco está presente, y cuando lo está, el contraste es bien significativo: existe una “magia negra” pero, al contrario que la blanca, implica a poderes maléficos e infernales. No es casual tampoco que en el juego del ajedrez las piezas blancas sean las primeras en moverse.
Así como decir “no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre", la frase, sin embargo, parte de la idea de que los indígenas son personas incapaces o con escasas habilidades para alguna tarea complicada.
Una de las palabras más comunes que puede ser considerada racista es "chino" para referirse a las personas de origen asiático. Aunque la palabra en sí misma no es ofensiva, puede ser utilizada de manera despectiva para perpetuar estereotipos y prejuicios raciales. Además, la palabra "oriental" también puede ser considerada ofensiva porque implica una connotación exótica y reduccionista de la gran variedad de culturas y pueblos asiáticos
¿Por qué no se dice voy a comprar al español, pero si voy a comprar al chino?, en España deberían ser muy cuestionables expresiones habituales cómo: “voy al moro”, “voy al paki” o “voy al chino”, entre otras, cuando quien está a cargo del establecimiento no es una persona española o no parece serlo, lo que conlleva a estigmatizar determinados rasgos y reducirlos a una nacionalidad, que en ocasiones nada tiene que ver con la procedencia de aquellas personas y que también va unida a la idea de que dichas tiendas son inferiores y de mala calidad.
Es importante tener en cuenta que estas palabras pueden ser utilizadas de manera inocente o incluso por personas que no tienen la intención de ser ofensivas. Sin embargo, es importante reconocer su impacto y las connotaciones históricas detrás de ellas.
Para evitar el uso de palabras racistas, es importante ser consciente de nuestro lenguaje y pensar en el efecto que puede tener en los demás. En lugar de utilizar palabras que pueden ser consideradas ofensivas, es recomendable utilizar términos más precisos y respetuosos que no perpetúen estereotipos y prejuicios raciales.
Abajo algunos términos utilizados en países de Latino América:
Blackface: (Puerto Rico) Cuando actores caucásicos se pintan de negro y resaltan de manera burlona, hiriente y violenta los ojos y la boca.
Bachaco/ Macaco: (Venezuela) Utilizadas comúnmente para referirse a las personas de cabello afro.
Cabecita: (Argentina) Persona de tez más oscura y pelo muy negro.
Bolita: (Argentina) Término despectivo para inmigrantes bolivianos.
Chacha: (México) para referirse a las trabajadoras de limpieza en las casas.
Cholo: (Perú) Palabra usada en diversos contextos para discriminar en términos raciales.
Grone: (Argentina, Uruguay, Perú) Negro, al revés. Puede usarse en forma despectiva para referirse a personas de origen afro.
Jabao: (Puerto Rico) Término usado para describir a una persona con el pelo rizado y la piel clara
Indio: (México, Perú): Palabra para racionalizar a las personas por sus rasgos físicos o expresiones culturales.
Prieto, moreno, moyeto: (Puerto Rico) Palabras peyorativas, dependiendo del tono con que se pronuncia o el contexto.
Marrón (Perú): Término extendido en las redes sociales que alude a personas no blancas.
Mojados, braceros: (México) expresiones para referirse a los migrantes.
Mono: (Puerto Rico, Perú) Insulto que busca devaluar a la persona por su piel oscura.
Negro: (Argentina, México, Puerto Rico, Perú). Palabra usada para racializar a las personas por su color de piel.
Ponja: (Perú, Uruguay) Japón, al revés. Puede usarse en forma despectiva para referirse a personas de origen asiático.
"Negro que no la hace a la entrada, la hace a la salida": (Colombia) Expresión racista, que alude a que la gente negra siempre hace algo vergonzoso o bochornoso.
"Negro con hambre no trabaja, y lleno menos": (Colombia) Expresión ofensiva hacia la población negra, aludiendo a que son perezosos y no les gusta trabajar.
"Es negra pero bonita": (Colombia): Expresión usada para elogiar, más que menosprecia, la belleza negra.