La controversia de la belleza en la carrera
Quizás ya esté familiarizado con los datos sobre la disparidad salarial y de ingresos profesionales entre hombres y mujeres, así como entre diferentes grupos étnicos. Estas desigualdades se han ido configurando a lo largo de la historia y la solución pasa por inversiones en educación, oportunidades y el interés de las empresas en promover la diversidad.
Sin embargo, incluso en un escenario utópico en el que se resolvieran estas disparidades raciales y de género, todavía hay un factor que puede influir en la facilidad y los beneficios profesionales: la BELLEZA.
Las investigaciones indican que las personas consideradas hermosas son percibidas como más dignas de confianza que el promedio. Hamermesh, profesor de economía de la Universidad de Texas, estudió los efectos de la belleza en la economía y calculó que las personas atractivas ganan 237.000 dólares más a lo largo de su vida que otras, basándose en datos de Estados Unidos. Sin embargo, para las mujeres, ser consideradas demasiado bellas puede generar más exigencias para mantener los estándares y cuestionamientos en puestos de liderazgo.
Pero al fin y al cabo, ¿qué es la belleza? Históricamente, la definición de belleza ha sido guiada por grupos dominantes, concretamente los europeos blancos de clases sociales más altas. Los estándares de belleza se definieron en función de lo que se consideraba deseable para el grupo dominante en cada momento. Este contexto resalta la importancia de la representación de los cuerpos en la industria publicitaria, que moldea el imaginario de la sociedad.
A pesar de prejuicios y definiciones eurocéntricas que hay que cuestionar, la belleza no es estrictamente subjetiva. Aunque el gusto está determinado por la cultura o las preferencias personales, el ojo humano está entrenado para buscar la armonía y comprender los símbolos de la comunicación. En la naturaleza, la belleza se puede observar en plantas con diferentes “miradas”, cada una con su propio simbolismo y armonía.
Creemos que, para la mujer, la belleza no debe ser vista como un estándar a seguir, sino como una herramienta a utilizar en el desarrollo profesional, empezando por el autoconocimiento. Valorar las propias características y comunicar lo que quieres en tu carrera es fundamental.
¿Estás de acuerdo?