La urgente necesidad de Letramento Racial en las fuerzas de seguridad
La discriminación racial en las paradas policiales revela el fracaso en formar policías conscientes y respetuosos de la diversidad cultural.
La falta de letramento racial en las fuerzas policiales es un problema profundo y extendido, con consecuencias alarmantes para millones de personas negras y árabes en países como Brasil y España. A pesar de los movimientos que reivindican la visibilidad y la validación de culturas históricamente reprimidas, los sistemas policiales de muchos países parecen mantenerse anclados en prácticas discriminatorias que perpetúan un ciclo de desconfianza y violencia. Esta situación no solo refleja el racismo sistémico dentro de las fuerzas de seguridad, sino que también deja al descubierto la necesidad urgente de transformar la educación y la capacitación policial en una que sea consciente y respetuosa de la diversidad cultural.
Datos que hablan
Los datos sobre discriminación racial en las paradas policiales son contundentes. En países como España, un estudio de la Universidad de Valencia reveló que las personas negras tienen casi tres veces más posibilidades de ser paradas y cuestionadas por la policía en comparación con las personas blancas. El colectivo árabe enfrenta una situación similar, siendo objetivo constante de controles bajo la presunción de "perfil sospechoso". A pesar de que estos grupos representan solo una fracción de la población, la frecuencia con la que son señalados por las fuerzas de seguridad destaca un claro sesgo racial en la práctica policial.
Hace solo cuatro años, de las personas fallecidas en intervenciones policiales, 78% eran negras, una cifra que muestra la grave falta de imparcialidad y la arraigada violencia racial que persiste en la policía brasileña. Estos datos, además, reflejan los efectos de un sistema que no ha reconocido ni reparado su histórica deuda con las comunidades afrodescendientes que, desde los tiempos de la colonización, han sido oprimidas y despojadas de sus derechos.
El letramento racial es la capacidad de comprender y respetar la diversidad racial y cultural, así como de reconocer las estructuras de poder y privilegio que perpetúan la desigualdad racial. En el contexto policial, esto implica que los agentes reciban formación sobre la historia del racismo, la colonización y cómo estas dinámicas continúan afectando a las comunidades racializadas hoy. La ausencia de este conocimiento en las fuerzas de seguridad no solo agrava los problemas de discriminación y violencia, sino que también impide la creación de políticas que realmente promuevan la igualdad y la justicia.
Para las personas negras y árabes, la experiencia cotidiana de ser tratadas como sospechosas por su apariencia racial o cultural crea un estado de vigilancia constante y una alienación que afecta su bienestar psicológico y social. En lugar de ser vistas como ciudadanos iguales, son percibidas como amenazas potenciales, una mentalidad que debería haber sido erradicada hace tiempo.
Cambios urgentes para una sociedad más justa
El letramento racial debe ser una prioridad en las fuerzas de seguridad de cualquier país que aspire a una verdadera equidad. Algunos ejemplos de medidas que podrían implementarse incluyen:
Formación integral en diversidad racial y cultural: Un programa de formación profunda que incluya historia del racismo, conciencia de los privilegios y competencias interculturales. Los policías deben entender los contextos históricos de las comunidades con las que trabajan para eliminar sesgos inconscientes y prejuicios raciales.
Sistemas de monitoreo y evaluación: La creación de sistemas de monitoreo que registren la frecuencia y el motivo de las paradas policiales según perfil racial. En el Reino Unido, por ejemplo, el Stop and Search (alto y registro) debe ser documentado, y los datos demuestran que las personas negras son detenidas con una frecuencia alarmante. Con sistemas de evaluación y transparencia, es posible corregir patrones de discriminación.
Colaboración con organizaciones comunitarias: Crear alianzas entre las fuerzas de seguridad y organizaciones que representen a las comunidades racializadas para fomentar la confianza mutua y diseñar estrategias conjuntas de seguridad sin sesgo.
Evaluaciones psicológicas y culturales para nuevos agentes: Al igual que se evalúa la estabilidad emocional de los aspirantes a policías, también deberían implementarse evaluaciones de letramento racial y cultural para asegurar que los nuevos agentes no arrastren prejuicios que puedan derivar en discriminación.
Es nuestro deber instruirnos y educarnos para liberarnos de los prejuicios estructurales que han moldeado nuestras sociedades. Solo mediante el conocimiento profundo y el cuestionamiento de estos sistemas podemos desmantelar la opresión y construir un mundo más justo y equitativo. Por eso, aquí os dejo algunas sugerencias de lectura que invitan a reflexionar sobre el racismo, sus raíces históricas y su impacto en la vida cotidiana. Estos libros abordan el racismo desde diversas perspectivas y contextos, ofreciendo herramientas esenciales para avanzar hacia un letramento racial que fomente la igualdad y el respeto por todas las culturas.
"Pedagogía del oprimido" – Paulo Freire
Este libro es un clásico en educación crítica y proporciona una comprensión profunda sobre cómo las estructuras de poder oprimen a grupos específicos. Freire aborda la importancia de la educación para empoderar y concienciar, conceptos centrales para el letramento racial.
"La otra historia de los Estados Unidos" – Howard Zinn
Zinn presenta una historia alternativa que visibiliza a las minorías raciales y sus luchas, proporcionando contexto sobre cómo se desarrollaron y se perpetuaron las jerarquías raciales en Occidente.
"¿Acaso no soy yo una mujer?" – bell hooks
Este texto examina las intersecciones entre género y raza, centrándose en las experiencias de las mujeres negras y los efectos del racismo y el sexismo combinados. Una lectura esencial para comprender la experiencia y las luchas de las mujeres racializadas.
La visibilidad y la validación de culturas históricamente silenciadas es la clave para desmantelar las prácticas discriminatorias y construir, finalmente, una sociedad en la que todos tengan derecho a vivir sin miedo.