¿Puede el humor misándrico?
Siempre habrá aquellos que salen principalmente en defensa de los sentimientos de los hombres, ya que esto “no es feminismo” y que “no podemos hacer lo mismo que ellos nos hacen a nosotras”.
¿Podemos hacer chistes con odiar a los hombres?
¡¡¡SÍ!!!
Antes de todo, si no sabes que significa el término misandria, haz clic aquí. La misandria es la fantasía de la venganza, es el odio al poder que los hombres ejercen sobre las mujeres y un símbolo de la lucha contra este poder, quizás sea el único apoyo que tienen las mujeres brutalizadas para empoderarse, ganar su voz, poder existir y escapar de la violencia real que practica contra ellas el sistema que apoya y potencia la misoginia, que mata, viola, mutila, segrega y esclaviza. Es una reacción natural y humana ante los traumas sufridos, donde las mujeres intentan protegerse y alejarse de aquello que las oprime.
Que algo quede muy claro, no estamos argumentando que el feminismo odia a los hombres, estamos usando el humor. ¿Y en qué se diferencia esto del humor que utilizan los hombres para reforzar el machismo en nuestra sociedad? Todo.
Comencemos con el hecho de que experimentamos relaciones de género asimétricas: históricamente las mujeres son consideradas inferiores y los hombres superiores. El humor destinado a reírse de esta situación histórica de opresión, que es el machismo, es un humor, como decíamos, que refuerza las desigualdades de género, y muchas veces las legitima y banaliza.
Lo contrario nunca es cierto, simplemente porque el contexto social es el mismo. No hay manera, teniendo en cuenta el mismo contexto social de dominación masculina, de que se pueda equiparar un chiste dirigido a hombres y otro dirigido a mujeres.
El humor misándrico es solo eso: humor
La misandria no es una opresión sistemática e institucionalizada. Cuando “odiamos” a los hombres, los lastimamos. Cuando los hombres nos odian, nos matan. Por eso es difícil tomar en serio la crítica a la misandria: no tiene poder para ser nada más que eso. Es un humor que consiste en elevar una situación al absurdo, considerando nuestra historia de opresión. En este blog se describe un ejemplo fácil de imaginar.
No hay manera de tener una defensa política seria de que las mujeres matarán a los hombres, beberán sus lágrimas, les cortarán el pene, etc. No existe una institucionalización de la opresión masculina, lo que significa que estos chistes no son suficientes para apoyar el discurso de odio contra los hombres y no tendrán los efectos reales del odio hacia los hombres.
Entonces, nos reímos de la situación absurda que sería si los hombres fueran el “sexo inferior” y tuviéramos algún poder para oprimirlos como ellos lo hicieron y nos hacen a nosotras. Quizás no te haga gracia, pero definirlo como incorrecto porque “es lo mismo que nos hacen a nosotros” o “eso no es feminismo”… NO.
No estamos en una plataforma defendiendo el exterminio de los hombres. No estamos desarrollando tesis académicas que demuestren la incapacidad de los hombres para ocupar cargos políticos. No estamos haciendo investigaciones científicas para demostrar que los hombres tienen cerebros más pequeños. No estamos predicando en un centro religioso que los hombres deben ser sumisos a las mujeres y determinar su lugar limitado en la sociedad. (QUIZÁ DEBERÍAMOS) (TRANQUILOS ES UN CHISTE, O NO).
Para los hombres, ser objetivo de una broma es algo momentáneo. Pronto volverá a su vida normal, en la que posee poder político, social y económico, y llevará una vida de privilegios de género.
Estamos educadas para soportar toda violencia, pero nunca para defendernos de ella. Las mujeres están condicionadas a sentirse cómodas con la impotencia y a ocultar toda la destrucción psicológica que este sistema provoca en sus emociones. Desarrollamos una fuerte compasión por los oprimidos, lo que no se desarrolló en nosotras fue el odio hacia los enemigos opresores. El odio tiene que ver con la destrucción y la destrucción asusta. La tesis de las “mujeres pacíficas” legítima dejarnos siempre en condición de víctimas. Para nosotras está claro que la lucha de las mujeres no puede renunciar a la organización de la subversión contra la violencia.
Y nuestra dificultad reside precisamente en esto.
"La mayoría de las mujeres no han desarrollado las herramientas para lidiar con la ira de manera constructiva". - Audre Lorde
¿Cómo este estado de ánimo cambia sustancialmente tu vida? Meros segundos de molestia en Internet.
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