Va a quedar todo bien
Algunos dicen que no puedes ser "débil".
Otros dicen que no deberías decir esto, hacer aquello, o actuar de esa manera.
Hay quien tiene el descaro de decir que eres menos de lo que eres.
Y, por desgracia, acaban haciéndote creer estas tonterías.
Yo sé.
Este mes, hubo momentos en los que casi tiras la toalla.
Llegó a la desesperación.
Y además de no estar bien, esa voz aún venía diciéndote que ni siquiera deberías sentir eso.
Y estoy aquí para decirte esto:
Hace parte.
Eso puede.
Hace parte sentirse débil (lo que sea que eso signifique).
Hace parte sentirse cansad@.
Hace parte sentir el desprestigio y hasta el desánimo.
A veces necesitamos el respiro que nos trae el desánimo. Para luego volver a la vida con otra mirada.
Una nueva perspectiva.
Nadie está bien todo el tiempo.
Y si no nos permitimos sentir,
¿Quién sentirá por nosotros?
Si no nos permitimos vivir, con todas las alegrías y tristezas que es la vida, ¿quién vivirá por nosotros?
Todo esto sí, puede.
Hace parte
Quizá sea parte de este junio también.
Pero hay una cosa que, en mi opinión, no funciona.
Lo confieso: no lo admito.
Y vengo a recordarte.
No debes pedir permiso para ser quien eres.
Son tantas las micro exigencias y hasta las micro violencias sociales que vivimos todos los días…
Que poco a poco vamos olvidándonos de quienes somos.
Y cuando tenemos espontaneidad, eventualmente nos disculpamos.
Licencia.
Como si hubiera un yo ideal al que debemos responder y que nunca llegamos a ser.
Pero una cosa lo sé, dentro de ti hay una fuerza guerrera única:
Esta fuerza guerrera no es solo para actuar y usar cuando el día lo solicite.
Es la fuerza para, sobre todo, afrontar la batalla de descubrirte a ti mismo.
La lucha constante y persistente por ser quien eres.
En medio de un escenario que intenta anularte en todo momento,
Recuerda tu fuerza.
Sin pretender ser diferente.
Sin pedir permiso para ser quien eres.
Porque eso es lo único que no puedes hacer.