Cómo el sesgo de negatividad (y un poco de neurociencia, filosofía y psicología) nos convence de que todo salió fatal, cuando solo tropezamos un rato.
¿Fue un mal día o 20 minutos malos…
Cómo el sesgo de negatividad (y un poco de neurociencia, filosofía y psicología) nos convence de que todo salió fatal, cuando solo tropezamos un rato.