‘Mi reno de peluche’ el maratón necesario
Una serie necesaria que arroja luz sobre las experiencias masculinas desatendidas, las ideas de masculinidad y sexualidad.
El éxito de la serie "Bebé Reno" en Netflix ha capturado la atención del público con su franqueza al abordar temas de victimización sexual masculina, acoso y abuso de sustancias. Además, destaca el importante papel de la cultura popular en plantear cuestiones difíciles sobre estos delicados temas. Lo que distingue la propuesta de Gadd de otros programas es que arroja luz sobre las experiencias masculinas a menudo pasadas por alto, tanto en la cultura popular como en la vida real, de violencia sexual.
Sacando a la víctima masculina de las sombras Estadísticas recientes sugieren que las mujeres tienen casi tres veces más probabilidades de ser víctimas de agresión sexual que los hombres. Por lo tanto, es importante y comprensible que las discusiones sobre la agresión sexual y cómo abordarla prioricen la perspectiva femenina.
Esto también se refleja en la cultura popular, donde las historias de victimización sexual masculina son mucho menos frecuentes y tienden a atraer menos atención. "Baby Reindeer", nombre en inglés, rompe esta tendencia al convertirse en uno de los programas más vistos de Netflix. La serie es angustiosa y poderosa al explorar los efectos psicológicos del acoso y la victimización sexual.
El viaje de Donny, que está basada en la propia vivencia del guionista que también actúa como protagonista, ofrece una visión del consentimiento, la victimización y las presiones sociales impuestas a los hombres para que se ajusten a las normas tradicionales de masculinidad, que a menudo dictan sus respuestas al abuso.
Trauma y culpa
Algo que me llamó la atención fue que incluso cuando se invierten los roles, la policía no toma en serio los casos de acoso. La serie destaca los persistentes mitos sobre la violación que a menudo silencian a las víctimas, examinando sus acciones y preguntándoles si hicieron algo para alentar a su agresor. También somos testigos de la falta de empatía hacia la angustia de la víctima y, en varios momentos, de la vergüenza que impide al personaje denunciar el caso de violación que sufrió.
En una escena, por ejemplo, el oficial de policía al que está denunciando el crimen le pregunta inmediatamente si tiene una relación con Martha y por qué no hizo algo antes. Estos elementos de la narrativa invitan a los espectadores a reconsiderar concepciones comunes sobre el abuso sexual y las barreras que enfrentan las víctimas al tratar con las agencias de justicia penal.
A lo largo del programa, Donny intenta aceptar su victimización, reflexionando sobre cómo esta experiencia afectó la forma en que afrontó los acontecimientos posteriores de su vida, incluida su búsqueda de Martha. Vemos esto claramente en escenas en las que Donny navega por su confusión y dolor mientras intenta tener y ocultar una relación con una mujer trans, Teri.
A pesar de profesar amar a Teri, sus acciones (que incluyen mentirle sobre quién es y huir de ella en público) están dictadas por la vergüenza y el miedo. Este comportamiento refleja su lucha con su identidad sexual y su autoestima. Las investigaciones han descubierto que esos sentimientos son comunes después de ser víctima de agresión sexual.
Quizás la serie pueda abrir los ojos de algunos espectadores, permitiéndoles comprender mejor el sufrimiento y las luchas diarias de las mujeres que han sido víctimas de abusos. Es un recordatorio de que el trauma y el dolor no discriminan género ni identidad, y que todos merecen comprensión y apoyo en su proceso de sanación.
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