No hagas esto si quieres desahogarte
Golpear cojines, salir corriendo, gritar… Parece que funciona, ¿no? Pues no. Estas estrategias pueden empeorar las cosas. Aquí te cuento qué hacer para gestionar mejor tu rabia.
¿Te ha pasado que sientes tanta rabia que lo único que quieres es golpear algo, gritar o salir corriendo? Yo también lo he sentido. Es como si nuestro cuerpo pidiera explotar para liberar toda esa tensión acumulada. Pero tengo que decirte algo que aprendí con el tiempo (y con un poco de investigación): esas formas “rápidas” de desahogarte no solo no ayudan, ¡sino que pueden hacerte sentir peor!
Golpear cojines o gritar tiene sus raíces en la idea de la catarsis, eso de que liberar emociones intensas nos hará sentir más ligeros. Pero resulta que no funciona así. Según los expertos, esas acciones solo alimentan el ciclo de rabia. En lugar de calmarte, tu cerebro aprende que reaccionar con agresividad es el camino, lo que termina intensificando esa sensación.
Salir corriendo puede parecer una buena idea, y claro, hacer ejercicio en general es saludable. Pero si lo haces cuando estás en pleno ataque de ira, lo único que consigues es disparar aún más tus niveles de adrenalina. Y todos sabemos que lo último que necesitamos en esos momentos es más energía para nuestro enojo.
"No Hagas Esto si Quieres Desahogarte"
Golpear cojines, salir corriendo, gritar… Parece que funciona, ¿no? Pues no. Estas estrategias pueden empeorar las cosas. Aquí te cuento qué hacer para gestionar mejor tu rabia.
¿Te ha pasado que sientes tanta rabia que lo único que quieres es golpear algo, gritar o salir corriendo? Yo también lo he sentido. Es como si nuestro cuerpo pidiera explotar para liberar toda esa tensión acumulada. Pero tengo que decirte algo que aprendí con el tiempo (y con un poco de investigación): esas formas “rápidas” de desahogarte no solo no ayudan, ¡sino que pueden hacerte sentir peor!
Según un estudio publicado en The Journal of Personality and Social Psychology, realizar actividades físicas agresivas, como golpear cojines o gritar, refuerza el patrón mental de reaccionar con violencia frente a la frustración. En lugar de calmarte, estás entrenando a tu cerebro para que asocie la rabia con explosiones físicas, lo que puede intensificar esa emoción en lugar de liberarla.
Incluso correr con intensidad, que a primera vista parece una buena idea, puede tener efectos negativos si lo haces en el pico de tu ira. Un estudio de Frontiers in Psychology sugiere que el ejercicio intenso durante un estado emocional elevado puede aumentar los niveles de adrenalina y cortisol, prolongando la sensación de estrés en lugar de aliviarla.
Entonces, si estas estrategias no funcionan, ¿qué deberíamos hacer cuando la rabia parece desbordarnos?
¿Cómo gestionar la rabia de manera efectiva?
Respira profundo y activa tu calma interna.
La respiración diafragmática es uno de los métodos más efectivos y respaldados científicamente para calmar las emociones intensas. Un estudio de Harvard Medical School encontró que practicar respiración profunda activa el sistema nervioso parasimpático, que ayuda a reducir la presión arterial y desacelerar el ritmo cardíaco. ¿Cómo hacerlo? Inhala profundamente por la nariz durante 4 segundos, mantén el aire por 2 segundos y exhala lentamente por la boca durante 6 segundos.Escribe tus pensamientos.
El acto de escribir puede parecer sencillo, pero tiene un impacto enorme. Según un estudio publicado en Psychological Science, expresar emociones a través de la escritura no solo ayuda a procesar sentimientos difíciles, sino que también mejora la capacidad de autorregulación emocional. Toma un papel y escribe todo lo que sientes, sin filtros. Esto te permitirá liberar tensión y reflexionar sobre la raíz de tu enojo.Da un paseo en un lugar tranquilo.
Un estudio de Environmental Health and Preventive Medicine encontró que caminar en entornos naturales, como parques o bosques, reduce significativamente los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Si puedes, aléjate de la situación que desencadenó tu rabia y busca un espacio verde. El cambio de entorno puede ser justo lo que necesitas para despejar la mente.Practica la escucha interna.
Hazte preguntas como: ¿Qué me molesta realmente? ¿Es algo que puedo controlar? Reflexionar en lugar de reaccionar puede ayudarte a identificar la raíz de tu rabia y a elegir cómo actuar. Esto está respaldado por un estudio de The Journal of Emotional Regulation, que demostró que las personas que reflexionan sobre sus emociones antes de actuar tienen mayores niveles de bienestar emocional.
La rabia no es mala, pero necesita dirección
La rabia, como cualquier emoción, es una señal que nos alerta sobre algo que no está bien. Es nuestra tarea escucharla y gestionarla, no dejar que tome el control. Intentar "descargarla" golpeando cojines o gritando no hará que desaparezca; al contrario, puede intensificarla.
En lugar de buscar una salida explosiva, prueba con técnicas que te ayuden a procesar lo que sientes. Respira, reflexiona, escribe o simplemente aléjate por un momento de la fuente del problema. Estas pequeñas acciones, respaldadas por estudios, te permitirán manejar tu rabia de una forma que no solo sea efectiva, sino también saludable para ti y quienes te rodean.