Si alguien hubiera dicho hace unos años que una serie de superhéroes sería una de las críticas más punzantes al capitalismo y a las estructuras de poder contemporáneas, pocos lo habrían creído. Sin embargo, 'The Boys' ha demostrado ser precisamente eso: un caballo de Troya que, bajo la apariencia de una ficción de acción y entretenimiento, desvela las oscuras realidades de nuestra sociedad.
Barack Obama incluyó ‘The Boys’ en su lista anual de cosas favoritas publicada a finales de 2020. El expresidente de Estados Unidos recomendaba la ficción de Amazon Prime Video junto a la serie secuela de ‘Watchmen’ porque ambas “le dan la vuelta a las convenciones de los superhéroes para retratar problemas de racismo, capitalismo y los efectos distorsionadores del poder corporativo y los medios de masas”. Obama tenía razón. En ‘The Boys’ y ‘Watchmen’ hay una intención de satirizar algunos de los problemas sociales y políticos de los Estados Unidos actual (y en algunos casos, de todo Occidente), y ninguna de las series es sutil ni elegante haciéndolo.
Un spoiler necesario, el último episodio de la tercera temporada de ‘The Boys’ nos deja con una escena impactante: el superhéroe Patriota, en un acto impulsivo, mata a un hombre inocente que le ha llamado “fascista” frente a una multitud de manifestantes. Sorprendentemente, sus seguidores aplauden y vitorean su acción. Esta escena es un claro paralelismo con la famosa frase de Donald Trump: “Podría disparar a alguien en medio de la Quinta Avenida, y no perdería votantes, ¿vale? Es increíble”. No es casualidad que el creador de la serie, Eric Kripke, admita que pensaron en esta cita al escribir la escena.
La sociedad reflejada en una pantalla
Lo más fascinante de ‘The Boys’ no es la idea de que los superhéroes puedan ser villanos, sino cómo muestra un sistema político, económico y social que protege a estas figuras poderosas. “Pasan muchas cosas que se barren debajo de la alfombra. ¿No es obvio por qué?”, dice Carnicero a Hughie en el primer episodio. Este sistema, descrito por Kripke, existe para presentar una imagen aceptable de personas realmente horrorosas porque mantiene la maquinaria encendida y el dinero fluyendo.
En un contexto donde la serie refleja problemas reales, es interesante notar un cambio significativo en las tendencias políticas de la nueva generación. Las encuestas en EE.UU., Alemania y Corea indican que los jóvenes son más conservadores que las generaciones anteriores y también más que sus compañeras femeninas de la misma edad. Por ejemplo, en EE.UU., el 42% de las mujeres jóvenes se identifican como liberales, mientras que solo el 25% de los hombres de la misma edad lo hacen.
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